Ken Jacobs revisita una película de 1905, “Tom Tom, The Piper’s Son”, que es una comedia “prehistórica” de ocho minutos sobre una alocada persecución, y la lleva a la más pura abstracción a través de una minuciosa disección. Hora y media de planos alejados completamente de la comprensión del espectador que espera con ansiedad el cambio en la mirada que se le había anunciado. (FILMAFFINITY) |